Karate para niños: cuáles son los beneficios y qué implica la enseñanza

Karate en niños

¿Es posible que los niños pequeños aprendan karate?
En general, el entrenamiento para niños está orientado a jóvenes de entre siete y ocho años. En cambio, las clases especiales para niños pequeños son más completas y permiten empezar antes.

¿Es el karate bueno para los niños y cuáles son las ventajas de este arte marcial?

Los niños que practican karate con regularidad mejoran su coordinación y acondicionamiento. Como resultado, pueden utilizar la instrucción de karate para niños como base para una variedad de otros deportes.

¿Cuánto cuesta este deporte?

Karate en niños
Karate en niños. Foto por Ionas Nicolae en Pixabay.

Casi todas las artes marciales se sitúan en el centro de la escala de precios. Los niños necesitan una cantidad manejable de equipo básico, además de los costes mensuales del club. Puede obtener más información aquí.

Una de las artes marciales más populares para los niños es el karate. Sin embargo, ¿hasta qué punto son beneficiosas las artes marciales para los niños? ¿Qué cualidades debo buscar en un club y cuánto tiempo debo dedicar al entrenamiento?

Te explicamos qué pueden aprender los niños en el karate, por qué algunos niños ganan más que otros con el entrenamiento y qué buscar en un club.

1. El karate: un santuario dedicado a un arte marcial del lejano oriente

El karate tiene una larga e ilustre historia.
Las raíces exactas del karate son desconocidas. Se cree que el arte marcial se desarrolló en China entre los siglos VII y X, junto con muchas otras artes marciales actuales.

En el siglo XIV, en Okinawa (Japón) se produjeron importantes innovaciones y una clara separación de otras artes marciales.

En esencia, el karate surgió de la necesidad de poder defenderse con armas ante la prohibición de las mismas impuesta a los guerreros.
Aunque este ya no es el objetivo principal, sigue habiendo una variedad de estrategias defensivas para hacer frente a los atacantes con armas.

Por cierto, hasta 1954 no comenzó la primera escuela europea de karate en París.

2. Karate para niños: iniciar a cinco niños en el karate a esta edad es una buena idea.

Incluso antes de que los niños comiencen la escuela, los talentos individuales determinan si la instrucción de karate es apropiada.
La mayoría de las clases están dirigidas a niños de hasta siete u ocho años. Sin embargo, hay clubes que imparten karate a niños de tan sólo cuatro o cinco años, sobre todo en las grandes ciudades, donde hay muchos más niños aprendiendo karate.

Las capacidades individuales deben ser suficientes para que el entrenamiento de karate sea beneficioso. Los niños que tienen dificultades para pararse en una pierna, por ejemplo, no están listos para el entrenamiento de karate.
Los niños, por otro lado, no necesitan tener habilidades particulares de coordinación porque son un elemento importante del entrenamiento.

Las clases de artes marciales para niños pequeños suelen ser algo diferentes de las que se imparten a los niños más mayores, que ya van a la escuela y empiezan un poco más tarde.
Al principio, tienen prioridad las secuencias de movimiento generales y la instrucción de los fundamentos del movimiento en las artes marciales.

El entrenamiento posterior de karate para niños requiere un poco más de disciplina, y se centra en la práctica de patrones de puñetazos y patadas.

3. La enseñanza para niños es adaptable.

El karate desarrolla el control del cuerpo y el equilibrio.
El karate para niños es una forma fantástica de fortalecer todo el cuerpo. Los niños, a diferencia de muchos otros deportes, requieren una gran resistencia, así como fuerza en los brazos, las piernas y el pecho.

Para practicar el karate con eficacia, también hay que tener un tiempo de reacción rápido y un alto grado de atención.

Por ello, el entrenamiento es exhaustivo, lo que garantiza que los jóvenes trabajen diferentes zonas musculares evitando el sobreentrenamiento.
La flexibilidad es otro objetivo del entrenamiento, además de la ganancia muscular.

Muchos padres creen que las artes marciales en general, y el karate en particular, fomentan la violencia en los jóvenes, pero esto no es cierto. Más bien, los jóvenes aprenden a respetar tanto a su adversario como a su maestro (el entrenador).

En el caso de los niños (pequeños), los duelos directos son poco frecuentes. La instrucción se centra más bien en el aprendizaje de los procedimientos. Cuando los fundamentos están asentados, se puede empezar a hacer sparring con todo el cuerpo.

Las primeras competiciones son concebibles a partir de los siete años. Los niños de hasta diez años pueden competir en concursos nacionales.

4. El karate infantil mejora su autoestima.

Entrenamiento regular: Los entrenamientos se realizan dos o tres veces por semana, según el club. Tres sesiones de entrenamiento son suficientes para crecer.
El entrenamiento de karate es ideal para los niños que tienen un bajo nivel de confianza en sí mismos. No sólo aprenden a protegerse, sino también a mantener una postura erguida durante toda su vida.

Dado que la conexión social es crucial en un grupo mayor, los niños pueden hacer amigos aquí y deben aprender a desenvolverse en la comunidad.

En este momento es fundamental que el formador inculque desde el principio un sentimiento de comunidad a todos los niños, asegurándose de que ningún niño se quede fuera.

Hay clases de autoafirmación para los niños que no están seguros de si deben o no unirse a un grupo. Este curso no sólo abarca los métodos de autodefensa, sino también cómo afrontar los golpes bajos verbales.