La Virgen María: ”llena de gracia” al ser elegida como la madre de Jesús

La Virgen María desde el momento que fue concebida en el vientre de su madre, fue elegida y bendecida por Dios para cumplir la misión de ser la madre del Mesías.

En este sentido, el Catecismo de la Iglesia Católica explica que el término de la Inmaculada Concepción, se refiere a que María no tiene mancha del pecado.

El nacimiento de la Santísima madre, se dio por la unión sexual de sus padres, sin embargo, el Todopoderoso la libró del pecado original y personal.

Esto que significa que antes de su nacimiento la Virgen ya estaba “llena de gracia”, tal como lo anunció el ángel Gabriel, al ser María adulta.

Cabe destacar, que en la oración la Magnífica, la Virgen María se inspira en la misericordia de Dios, y su poder al quedar embarazada por el Espíritu Santo.

La Virgen María no pecó, Dios le otorgó dones especiales

La Santísima Virgen María reunía las características para ser la progenitora de Jesús, por su alma bondadosa y libre de pecados, de la cual Dios la había dotado.

María fue obediente toda su vida a los designios del Padre, por lo que nunca pecó, sino fue un ejemplo de amor para la humanidad.

¿Cuál es el mensaje que María dejó al mundo?

El mensaje que María dejó al mundo, es seguir el camino de Dios compartiendo valores de honestidad, respeto, amor, agradecimiento, entre otros (Fuente: https://creemos.net/la-magnifica/reflexiones/).

Una de las promesas del Todopoderoso, es que los humanos después de morir, serán inmaculados en el purgatorio para llegar al cielo, si se cree en él.

Por supuesto, que para lograrlo hay que arrepentirse de corazón de los pecados, y demostrar el amor a través de nuestros actos.